Nos levantamos temprano para coger la canoa e ir a pescar piranhas. Vamos cerca de la casa de Joao con una canha para cada uno y carne de ternera para poner de cebo. El primero en pescar una piranha fui yo pero luego dejaron de picar y nos trasladamos de sitio donde empezaron a picar mas y pescamos mas o menos una docena de bichos.
Mas tarde paramos en otras casas flotantes y nos llevaron a ver unos nenufares gigantes.
Mas tarde paramos en otras casas flotantes y nos llevaron a ver unos nenufares gigantes.
Ya iba haciendo calor y paramos a tomar un banho en una playa del Rio Negro. Al principio da cosa banharse en un agua tan oscura pero al ver al guia zambullirse y con el calor que hacia nos apetecia banharnos. En el lugar donde paramos habia varios pescadores recogiendo las redes y cuando nos metimos en el rio vimos un delfin rosa menos de 10 metros de donde nos banhabamos.
Despues de comer navegamos varias horas hacia el archipielago de las Analvihanas y dormimos una siesta en las hamacas. El paisaje es cada vez mas solitario y se ven muchisimas menos casas que en nuestro recorrido anterior, nos adentramos en uno de los miles de canales del rio y atamos nuestro barco en un arbol en un marco incomparable enmedio de la selva. Ya empezaba a anochecer y nuestro guia nos llevo hasta los canales mas estrechos del rio en la canoa hasta que se hizo de noche y Quemado solo podia ver un par de metros delante de sus narices. La noche ya habia caido totalmente y acojonaba bastante ir por la selva en plena noche y con toda clase de ruidos. Volvimos a nuestro barco base y Carla, la cocinera, nos habia preparado una cena de las suyas. Dormir en plena selva fue alucinante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario