viernes, 13 de noviembre de 2009

DIA 23 y 24. BARRA GRANDE-SALVADOR DE BAHIA-FORTALEZA


Dia 23

De camino a Camamu


Llegando a Camamu

A las 09:00 de la manhana cogimos el barco hasta Camamu (6 reales), alli tomamos un bus (18 reales) hasta Bom Despacho en la isla de Itaparica, tardamos unas tres horas y media en llegar y alli cogimos un ferry (4,60 reales) para cruzar hasta Salvador de Bahia. Al final con tanto transbordo llegamos a nuestro hotel a las 18:30 hrs y solo pudimos pasear un poco por la noche y hacer las ultimas compras de Antonio, que en unas horas partia hacia Rio para desde alli volver a Espanha.

Dia 24


Largo do Pelourinho (Salvador de Bahía)


Terreiro de Jesus, Pelourinho (Salvador de Bahía)


A las 04:00 de la manhana un taxista esperaba a Antonio para marcharse al aeropuerto, lo mandamos cargado de negras, pero no de las que imaginais, sino de varias figuras de negritas que habiamos comprado.
Nosotros no partiamos a Fortaleza hasta las 23:00 hrs. y aprovechamos el dia para conocer algo mas de Salvador. Pelourinho, el casco antiguo, se ve bastante mas bonito por el dia que por la noche, aunque tambien te agobian intentado venderte de todo. Hicimos algunas fotos de las plazas de iglesias de la epoca colonial y luego bajamos al puerto para visitar el Mercado Modelo, donde hay muchos puestos. Aqui nos dimos cuenta que las negras que habiamos enviado con Antonio eran casi el doble de caras que las que vendian en el mercado, asi que como no habiamos tenido bastante con transportar las otras por medio Brasil, compramos otras dos mas y por aqui andamos cargando con ellas. Esperemos que lleguen enteras.
A medio dia comimos en El Restaurante de los Artistas, detras de nuestro hotel, y probamos la mejor moqueca de camarones de todo Brasil, os la recomiendo si pasais por Salvador de Bahia.
A las 20:00 hrs. habiamos quedado con el mismo taxista que llevo a Antonio, para que nos llevara al aeropuerto. Nuestro vuelo se retraso hora y media, somos gafes con los aviones.
Nos presentamos en Fortaleza a las dos de la madrugada y conocimos a la reencarnacion de Ayrton Senna, el taxista volaba en vez de conducir, el suenho que llevabamos nos lo quito de repente, ibamos agarrados donde podiamos porque en cada curva pensabamos que el taxi iba a volcar. Al final llegamos a salvo a nuestro hotel, Pousada Arara (90 reales).

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